jueves, 16 de junio de 2011

Replica a Teatro Mexicano vs Teatro Argentino.....

rubén ortiz dice:
estimado enrique, para variar haces virtud de tocar sin ambiguedades los puntos flacos de nuestro teatro mexicano y, en efecto, de resumir en un párrafo cuestiones complejas. permite, por mi parte, exponer desde donde veo a este teatro, unas precisiones: 1. yo no engordaría tan fácilmente el caldo del mito de la gran calidad de la escenografía mexicana: atinas al decir que los grandes presupuestos tienen mayores posibilidades de elaboración, pero para qué. son decorados (que no escenografías) que se ven bien en maqueta y en foto, pero que resultan inoperantes en el momento decisivo que es ayudar al desarrollo de la acción. y es cierto, gran responsabilidad tienen los directores que se han quedado sin imaginación y que no saben hacia dónde se mueve el teatro actual. y el mejor ejemplo es lo mal parado que toma a nuestras lumbreras decorativas el giro performático de la cuadrienal de praga.
2. me extraña tu optimismo: por un lado, un teatro múltiple, experimentador, transversal, tolerante, que lo mismo acuna lo malo que lo excelente y que, sobretodo y sobretodo, está en contacto inteligente con el espectador; y por otro, un teatro que se mira el ombligo, ocupado más en la política del beneficio personal que en lo estético, anquilosado e intolerante aunque, por supuesto, con los atisbos de vida que mencionas. no sé dónde puede existir la cercanía.
3. me extraño más aún cuando ese optimismo se vuelve profecía: el teatro argentino está en su cúspide, por lo tanto caerá; el mexicano tiene todo por delante… ¡uf! llevo cuarenta años escuchando esa coartada en todos los ámbitos nacionales (por ejemplo en el futbol) y henos aquí tirando balas a diestra y siniestra.
4. creo que el entusiasmo y la desproporción tienen qué ver con la vara con que se ficciona la medición. no creo que el fútbol sea un parámetro interesante para medir nada. sé que tu orgullo pachuqueño(que sabes cuánto respeto) mide la vida con el balón, pero hay que admitir que tampoco en futbol tenemos mucha autoridad. si hay que ser riguroso el último encuentro entre los dos países lo dice todo. en todo caso, tu texto me atrae por lo brillantemente descriptivo de cada individualidad. aunque entiendo lo atractivo que le resulta a un orgullo nacionalista cualquier comparación.
te dejo un abrazo


Respuesta.



Enrique Olmos dice:

Grcias por sus comentarios, Ramón Sofía y Yamila.
Querido maestro Rubén Ortiz:
Es verdad que me gusta el fútbol, tal vez en el fondo este juego era una extensión de esa afición y competencia (no voy a negar que antes que nada soy un hincha del fútbol, luego me gano la vida en otras artes menores). Pero no era mi intención ubicarme como un “aficionado nacionalista” de nada, ni defender ninguna camiseta, era un juego de la crítica y una licencia que me permite el editor de Replicante.
Sobre mi optimismo, creo que al ver a teatristas integrales como Alejandro Ricaño, Richard Viqueira, Angélica Rogel, Mariana Hartasánchez y Edén Coronado, por citar algunos, hay razones de sobra para estar animados (todos menores de 35 años, todos brillantes). Además, el teatro para niños y jóvenes (recuerdo tu magistral dirección de Pipí con Marisol) está a la vanguardia (¿Todavía se usa esta palabra?) en la lengua castellana (leamos esa dramaturgia, veamos los montajes de Perla Szuchmacher, Aracelia Guerrero, Luis Martín Solis, Maribel Carrasco, Alberto Lomnitz).
Y creo que sí, hay espectáculos, iniciativas (transverales, por ejemplo), hay autores y sobre todo hay una descentralización paulatina del teatro en México (sé que tú estás en San Luis Potosí y que además has arengado en Real del Monte y otros sitios no menos interesantes) que no sucede plenamente en la Argentina.
Sobre la escenografía mexicana diré que al único teatrista mexicano que conocen en Londres, Praga, Varsovia y Milán es a Alejandro Luna: eso ha abierto puertas; creó irremediablemente interés por el diseño mexicano. Es verdad que un esceógrafo en México gana más que un director y que los autores. Algo bueno deben hacer – y para muestra las anteriores medallas mexicanas de la Cuadrienal de Praga, Seul y otros sitios – pero no creo que sea el tema de fondo del teatro nacional, ni tampoco un obstáculo.
Sigo en plan profeta: el teatro que se viene, el que va a detonar en el mundo hispanohablante, es el mexicano, pero hay que dejar de admirar todo lo de fuera y ser más justos con los propio, creo…

No hay comentarios:

Publicar un comentario