miércoles, 1 de septiembre de 2010

Colombia/Segunda Parte.


La compañia Espacio Vacio Teatro en el Trasmilenio (Transporte público) de la ciudad de Bogotá.


Las implicaciones que tiene ser extranjero (ajeno) y ser teatrero (hacedor del arte teatral) pueden esperarse asombrosas en ciertos contexto, pero la verdad es que somos transeúntes de una ciudad a otra con la única diferencia que la vida es dura.

¡Me choca!, me aburre el turismo cultural anglosajón (cerveza, drogas, ligue y fiesta) más porque sucede mientras nosotros ubicamos la manera de sobrevivir, me molesta porque me parece poco original. Rodeados de este estigma, el de-venir forrados de dólares americanos, caminamos de sitio en sitio, haciendo la cuestión mucho más difícil, ya que, dado que no es el caso, para tomar decisiones de índole práctico, nos vemos apresurados por aquellos que quieren asaltarnos con su carreta (choro) de “yo le ofrezco la mejor opción” (Hospedaje, comida, transporte). La mejor opción, siempre y cuando, andes haciendo “turismo cultural” al estilo anglosajón, pero si eres un “trabajador del arte”, y este trabajo es el que estás empeñando para hacer un poco de turismo, aunque sea cultural, entonces ¿cuáles son nuestras opciones? (Acto seguido: los mercaderes del turista cruzan la banqueta en busca de un “mejor postor”)


Miembros de la compañia Espacio Vacio Teatro en la Cabina de Radio de la "superestación.fm".
Haciendo publicidad para las funciones de la Sala Cádiz.

Así, hemos andado buscando opciones para el arte en Latinoamérica. ¿Qué cosa más extraña? ¿Por qué tan perdidos mexicanos?, “¿a qué le tiras cuándo sueñas mexicano?” La verdad es que en un principio la intención era bastante romántica; nos visualizábamos como peregrinos de la “verdadera palabra” que acercaríamos a los “hermanos separados” a la luz del teatro. Ahora, Sudamérica nos ha rebasado con sus más de 50 años de organización popular y revolucionara enseñándonos que en el que se refiere en “hacer el teatro para la gente” nos llevan la delantera.

Colombia nos enseñó. Colombio nos respondió. Gracias al esfuerzo de una asociación teatral universitaria “El Tablón” realizamos una función de nuestra obra en el auditorio de la “Facultad de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia”. Estos jóvenes de “El Tablón”, se han portado de lo más amable, recibiéndonos con una disposición entusiasta, haciendo todas las gestiones para conseguir espacio, moviéndose “cual ejercito de hormigas” para tapizar la Universidad de publicidad, de tal manera que al momento de la función hemos tenido un lleno total, podría decirse que hasta con sobrecupo, pero no solamente eso, además este público universitario nos ha recibido de manera generosa, “con el corazón abierto”, haciendo de nuestra participación en la Universidad Nacional de Colombia, una experiencia memorable con aplausos al principio, en medio y al final de la obra. Y sí decimos que el “aplauso es el alimento del artista” esto ha sido un verdadero agasajo, una comelona muy cercana a las orgías romanas.



Estaremos en deuda por siempre con “El Tablón”. Curiosa historia tiene este conjunto. Iniciado por un grupo de estudiantes del área de enfermería e ingeniería. Adoptado y financiado como grupo estudiantil por la Universidad Nacional Colombia a través del programa “Gestión de Proyectos para el Bienestar”.  Con tres obras en repertorio, actualmente integrado por estudiantes de leyes, ingeniería, sociología, artes plásticas, es uno de los grupos estudiantiles más activos de la Universidad. Nosotros tuvimos la fortuna de encontrarlos en el VII Festival de Teatro Iberoamericano en Santiago de Calí, Colombia, en el año 2008, y ahora, ese encuentro a fructificado en un acontecimiento provechoso para el teatro.
 
La homogeneización de la vida en Latinoamérica radica en que para la gran mayoría es dura. Desde Costa Rica, pasando por Colombia y ahora en camino a Venezuela, observo que en todas partes tenemos el mismo fenómeno: las personas de estas tierras viven para el trabajo, un trabajo que no es productivo, un trabajo que sirve simplemente para sobrevivir el día a día. Por esta razón las casas se deshacen, se decoloran, la calles se desquebrajan, la comida no es buena, las relaciones interpersonales son rápidas y hostiles, entre otras cosas. No hay tiempo para nada, solamente para trabajar, en su defecto es muy probable que se baje al escalón de la delincuencia, y agotando este, después se puede bajar al del vagabundeo, y después se puede bajar aún más al escalón de la muerte por hambre, por abandono, por soledad. Esa es nuestra pintoresca Latinoamérica.

 
Y, en esta Latinoamérica, ¿qué carajos tiene que hacer el teatro? Todavía no lo sé. Pero, para apuntar una respuesta en este sentido, me gustaría relatarles la experiencia que hemos tenido al visitar el Teatro Libre de la Universidad Distrital de Bogotá, Co. y el Teatro La Candelaria dirigido por el Mtro. Santiago García, en el Barrio La Candelaria de Bogotá, Co., asociación teatral independiente con más de 45 años de existencia, con una gran resonancia en Norteamérica (México), Centro y Sudamérica por sus importantes aportaciones en la investigación de la “creación colectiva” en la producción y construcción del teatro.

(Espera la siguiente entrada)





La Compañia Espacio Vacio Teatro en montaje para función en el Auditorio de la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia.


Plaza Principal  "Simón Bolivar" de la Universidad Nacional de Colombia. 


Facultad de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia.



2 comentarios:

  1. Sólo te puedo recordar hijita, que te he escuchado decir muchas veces que ésta es tu estrella, y por ello la sigues. Valora la realidad de los lugares que te tocan "al seguir esa estrella" -como lo estás haciendo en tu diario de viaje- y con una sonrisa defínete a "SER FELIZ" en este diario vivir del Teatro... a todos los seres humanos nos tocan momentos difíciles, pero si nos sirven para la reflexión y la superación... bienvenidos!!!


    Te amo!!!!

    Blanca Verónica Prado Bocanegra
    1 de septiembre.

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  2. Interesante todo muy interesante tan solo es para dar una aclaración la plaza central de la universidad Nacional de Colombia no se llama "plaza Simón Bolivar" se llama PLAZA CHE...

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