Bolivia.
Bolivia es inaprensible para nosotros. Bolivia es pequeña en muchos sentidos: la gente es pequeña, la población es pequeña, la economía es pequeña. Sin embargo, es grande en tradiciones, cultura, territorio; posee uno de los lagos más grandes del mundo y una de las ciudades ubicadas a mayor altura sobre el nivel del mar en América Latina: Potosi, (4,067.00 msnm, sin contar ciudad de La Paz, que está a 3,600.00 msnm). Bolivia es etérea, es todavía, impenetrable en muchos sentidos.
Ahora nos encontramos aquí para participar en el V Encuentro Intercultural de Teatro Iberoamericano (ENETI 2010), que se desarrolla en Villa Tunari, una población muy pequeña ubicada a cuatro horas de Cochabamba, es la tercera ciudad más importantes de Bolivia, con 618.376 habitantes (Las principales ciudades de Bolivia son: La Paz, capital federal con una población estimada para el año 2010 en el área metropolitana es de 2,030,422 habitantes y, sin incluir al la cuidad de El Alto, con 845.480 habitantes; Santa Cruz con 2.102.998 habitantes en todo el departamento y Sucre con 300 mil habitantes, el resto de la población está diseminado a lo largo del territorio en poblaciones pequeñas.
Aquí el grupo de teatro amateur, “A puerta Cerrada”, ha realizado desde hace cuatro años el Encuentro Intercultural de Teatro Iberoamericano. En esta emisión, el grupo se ha encontrado con serias dificultades para llevar a cabo el Encuentro. En su mayoría, las instituciones patrocinadoras se han detractado de los apoyos otorgados en años anteriores, así que el Encuentro se está realizando casi sin recursos y con la voluntad de trabajo y participación de los grupos nacionales e internacionales, los miembros de la organización, que provienen de la agrupación teatral “A puerta Cerrada” y estudiantes de la Escuela Normal de Cochabamba.
Desde el día sábado 9 de octubre hemos comenzado con las actividades; justo el día en que hace 43 años fuera asesinado el “Che” Guevara, en La Higuera, población ubicada no muy lejos de donde nos encontramos. Bolivia guarda silencio. No dice nada. No conmemora nada. Acaso un discreto homenaje desde la capital, pero débilmente replicado por los bolivianos.
En Bolivia, por lo menos en La Paz y en Cochabamba, y ahora sabemos que en Villa Tunari tampoco, no existe ostentación alguna de la importante participación del pueblo boliviano en una de las desapariciones más dolorosas para la humanidad. ¿Debería haberla? En todo caso, ¿Cómo conmemorar haber participado del asesinato de uno de los combatientes y pensadores más importantes del siglo XX?
Cada boliviano, de cada provincia, se adjudica ser originario de la ciudad más importante de Bolivia. “Soy boliviano de Cochabamba, la ciudad más grande e importante de Bolivia; soy boliviano de Sucre, la capital constitucional e histórica de Bolivia; etc.” Bolivia tiene rostro indígena. No sólo por su Presidente, si no porque es el país que ha dado a la lucha, emancipación y revolución de los pueblos indígenas rostro, lema, discurso y bandera. Bolivia participa del mundo como en una especie de incubadora de proyectos de desarrollo y cooperación entre países enriquecidos (Alemania, Inglaterra, Francia) y sus comunidades indígenas.
Nunca como aquí, hemos visto la participación de organismos y fundaciones internacionales para la cooperación entre las naciones, trabajando tan activa y profundamente en el mejoramiento de las condiciones de vida de los paceños y los bolivianos. Bolivia es una especie de isla en lo económico y lo trasnacional. Pero es tierra fértil para los intercultural, transcultural, multicultural y sobre todo para las innovaciones socio-culturales.
Juan Evo Morales Aima, Presidente de la Nación, es un indígena aymara que parece trabajar sólo. Ha combatido muchos errores de pasadas administraciones (desigualdad social, el racismo, falta de servicios primarios para toda la población, aumento de presupuesto en el gasto social, la educación, etc.), algunos con éxito otro sin muchos logros; pero lo que sí no ha sabido hacer es la construcción de un gobierno co-participativo. Aquí siempre, es necesario que Evo mismo haga algo, para que algo pase en Bolivia. El presidencialismo también es un fantasma que aparece en los gobiernos de Izquierda.
Bolivia y los bolivianos nos han recibido con los brazos abiertos. Es cualidad indiscutible de los bolivianos el poseer una bondad vital. Muy probablemente heredada y fortalecida por la relación especial que establecen los bolivianos con su entorno natural y el significado espiritual que tiene para su vida cotidiana. Pero, cómo no, después de conocer el Lago Titicaca, se entiende el concepto de “la pachamama (Madre Tierra) provee todo y le debemos todo”. Ante esa inmensidad solamente se puede ser sumiso y feliz.
Con este contexto se está llevando a cabo el Encuentro Intercultural de Teatro Iberoamericano, en el cual están participando más de 30 grupos locales, nacionales, internacionales (Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador, Chile, Brasil, España, México) con espectáculos variopintos de teatro, teatro-danza, títeres, teatro para niñ@s, teatro para jóvenes y adultos, teatro político, teatro profesional, teatro amateur, teatro estudiantil, etc.
Avenidad "Del Prado" en ciudad de La Paz, Bolivia. |
Ciudad de La Paz, Bolivia. Octubre del 2010. |
Bolivia tiene cerca de un total de 10,5 millones de habitantes en un 1,098.581 km2, es decir, hay grandes extensiones de tierra que están prácticamente despobladas, así que muchos de los países fronterizos han ido penetrando el territorio de Bolivia, usurpando y agotando sus recursos naturales, como Brasil por el lado de la selva, llevando a cabo una tala inmoderada de árboles; Chile en el litoral, con mantiene una reclamación territorial por una salida soberana al Oceano Pacífico. Villa Tunari es una zona selvática, ubicada al suroeste del país, rumbo a la frontera con Brasil.
Miembros de La Nave en La Paz, Bolivia. |
Erandini Alvarado, Productora Ejecutiva de La Nave y compañeros del Grupo Teatro Grito de La Paz, Bolivia. |
Aquí el grupo de teatro amateur, “A puerta Cerrada”, ha realizado desde hace cuatro años el Encuentro Intercultural de Teatro Iberoamericano. En esta emisión, el grupo se ha encontrado con serias dificultades para llevar a cabo el Encuentro. En su mayoría, las instituciones patrocinadoras se han detractado de los apoyos otorgados en años anteriores, así que el Encuentro se está realizando casi sin recursos y con la voluntad de trabajo y participación de los grupos nacionales e internacionales, los miembros de la organización, que provienen de la agrupación teatral “A puerta Cerrada” y estudiantes de la Escuela Normal de Cochabamba.
Desde el día sábado 9 de octubre hemos comenzado con las actividades; justo el día en que hace 43 años fuera asesinado el “Che” Guevara, en La Higuera, población ubicada no muy lejos de donde nos encontramos. Bolivia guarda silencio. No dice nada. No conmemora nada. Acaso un discreto homenaje desde la capital, pero débilmente replicado por los bolivianos.
En Bolivia, por lo menos en La Paz y en Cochabamba, y ahora sabemos que en Villa Tunari tampoco, no existe ostentación alguna de la importante participación del pueblo boliviano en una de las desapariciones más dolorosas para la humanidad. ¿Debería haberla? En todo caso, ¿Cómo conmemorar haber participado del asesinato de uno de los combatientes y pensadores más importantes del siglo XX?
Mapa de Bolivia. |
La delegación de México (Espacio Vacio Teatro) en la murga (caravana) inaugural del EINTI 2010 en Villa Tunari. |
Bolivia parece vivir lejos de todos nosotros. Se encuentra tan alejada del mercado transnacional y mundial que parece inmovilizarse en el tiempo. La economía es tan accesible para casi cualquier extranjero, que parece ser un paraíso comercial, sin embargo, ningún negocio o comercio internacional funciona aquí. La Paz, es una capital como cualquiera: desordenada, llena de gente, con un grave problema de control de la basura, con una marcada estratificación social: podemos ver el humilde puesto de garnachas en la banqueta de un fastuoso edificio de algún banco nacional o internacional u oficinas gubernamentales; en La Paz están ubicados todos las oficinas de los poderes ejecutivos, legislativo y judicial, por supuesto es la ciudad con las mejores opciones para estudiar. Pero es la única ciudad que parece no interesar a los bolivianos.
Cada boliviano, de cada provincia, se adjudica ser originario de la ciudad más importante de Bolivia. “Soy boliviano de Cochabamba, la ciudad más grande e importante de Bolivia; soy boliviano de Sucre, la capital constitucional e histórica de Bolivia; etc.” Bolivia tiene rostro indígena. No sólo por su Presidente, si no porque es el país que ha dado a la lucha, emancipación y revolución de los pueblos indígenas rostro, lema, discurso y bandera. Bolivia participa del mundo como en una especie de incubadora de proyectos de desarrollo y cooperación entre países enriquecidos (Alemania, Inglaterra, Francia) y sus comunidades indígenas.
Nunca como aquí, hemos visto la participación de organismos y fundaciones internacionales para la cooperación entre las naciones, trabajando tan activa y profundamente en el mejoramiento de las condiciones de vida de los paceños y los bolivianos. Bolivia es una especie de isla en lo económico y lo trasnacional. Pero es tierra fértil para los intercultural, transcultural, multicultural y sobre todo para las innovaciones socio-culturales.
Juan Evo Morales Aima, Presidente de la Nación, es un indígena aymara que parece trabajar sólo. Ha combatido muchos errores de pasadas administraciones (desigualdad social, el racismo, falta de servicios primarios para toda la población, aumento de presupuesto en el gasto social, la educación, etc.), algunos con éxito otro sin muchos logros; pero lo que sí no ha sabido hacer es la construcción de un gobierno co-participativo. Aquí siempre, es necesario que Evo mismo haga algo, para que algo pase en Bolivia. El presidencialismo también es un fantasma que aparece en los gobiernos de Izquierda.
Bolivia y los bolivianos nos han recibido con los brazos abiertos. Es cualidad indiscutible de los bolivianos el poseer una bondad vital. Muy probablemente heredada y fortalecida por la relación especial que establecen los bolivianos con su entorno natural y el significado espiritual que tiene para su vida cotidiana. Pero, cómo no, después de conocer el Lago Titicaca, se entiende el concepto de “la pachamama (Madre Tierra) provee todo y le debemos todo”. Ante esa inmensidad solamente se puede ser sumiso y feliz.
La Paz, Bolivia, Octubre del 2010. |
Con este contexto se está llevando a cabo el Encuentro Intercultural de Teatro Iberoamericano, en el cual están participando más de 30 grupos locales, nacionales, internacionales (Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador, Chile, Brasil, España, México) con espectáculos variopintos de teatro, teatro-danza, títeres, teatro para niñ@s, teatro para jóvenes y adultos, teatro político, teatro profesional, teatro amateur, teatro estudiantil, etc.
Ceremonia de Inauguración del EINTI 2010 en el Coliseo de Villa Tunari. Ritual Quechua de agradecimiento a la pachamama. |
Después de la Ceremonia-Ritual de inauguración se compartió alimentos. Actividad ritual para desear buena estancia a todos los participantes. |
Durante tres días de realizado el evento, hemos tenido oportunidad de disfrutar a grupos de Argentina, Aleteo Mariposa y Copetín al Paso, con los espectáculos, “Solas no más”, “Hortensias”, respectivamente; al grupo ecuatoriano Los Viajeros con la obra “El Juego de la democracia”; el grupo venezolano Umbrella Teatro con la obra “Ficha de una nostalgia”, al grupo brasileño Teatro laberinto con la obra “Strangenos”, así mismo a los grupos nacionales Teatro Bubulú con la obra “La Nona” y al colectivo artístico juvenil del “Proyecto Lanzarte” presentando una creación colectiva de teatro-danza, denominada “Graverdad”, la participación de México durante esta jornada fue a cargo del Colectivo Transeúnte, originario de la ciudad de Guadalajara, Jalisco con la obra “Un lluvia Irlandesa”.
Hasta ahorita la jornada teatral ha sido satisfactoria. Cierto es que en muchos Encuentros, Festivales, Muestras de teatro comunitario y popular, encontramos proyectos de gran ahínco social, político, con un espíritu integrador y humanista conmovedor, pero es la mayoría de los casos, la creatividad y la escena es lo más débil y frágil. Caso contrario es el EINTI 2010, ya que, las propuestas artísticas sean ha presentado en multiformes técnicas, propuestas y temáticas, siendo cada una de ellas un acceso a la visión cultural, estética y artística de cada región del continente.
Lo que también es cierto, es que el hecho de contar con el espacio de “conversatorios” (espacio de dialogo y crítica constructivo entre todos los participantes, para todas las presentaciones) por cada jornada teatral, ha fungido como un recurso de re-aprensión de lo espectado, permitiendo que la experiencia teatral sea más profunda y enriquecedora. Este Encuentro ha sido un acierto en la selección y programación de obras. De las cosas más interesantes que hemos podido ver a lo largo de la Gira por Sudamérica, ha sido justamente en este lugar.
Quisiera apuntar de manera particular algunos hallazgos escénicos que de los que hemos sido participes. Uno de ellos, definitivamente es la sólida y contradictoria presencia del hermano país de Argentina; sólida, porque es de los países extranjeros que mas participación tiene, contradictoria porque los diferentes grupos han presentados estilos y temáticas radicalmente diferenciadas (Comedia de en enredos, teatro-danza, teatro de vanguardia), demostrando que Argentina es uno de los países latinoamericano que más actividad teatral presume y en donde podemos denostar que no existe una identidad argentina teatral, existe una abundante argentina teatral, donde por supuesto lo más no siempre es lo mejor.
Otro importante hallazgo fue la participación del grupo del Brasil, originario de la ciudad de Sao Paulo: “Teatro Laberinto”; un grupo heterogéneo, dado que su Directora escénica es oriunda de Costa Rica, otros miembro más español pero todos radicados en el Brasil desde hace cinco años; este grupo presentó la obra “Strageno” que es una palabra derivada del portugués que significa “Extranjero”. El espectáculo consistía en un unipersonal de un actor.
Una puesta en escena revitalizante, original, plural (el espectáculo incluía la participación activa de los espectadores), propositiva, cargada de una fuerte energía crítica, con un trabajo actoral destacadísimo por parte de un actor brasileño; el espectáculo estuvo presentado en portugués, lo cual, dicho sea de paso, no presentó ningún problema de comunicación, ya que la expresión escénica, intenciones, interpretación y claridad de las acciones permitían que se entendiera todo lo que acontecía en la escena.
La obra relata una serie de historias sobre lo que implica “ser extranjero”, así, encontramos la historia de un joven que arriba a un aeropuerto y al momento de pasar por la estación de inspección migratoria, le encuentran un arma en el equipaje causando una conmoción en el aeropuerto; este mismo cuadro lo presente reiteradamente, haciendo las veces de un personaje que hablaba en alguna lengua árabe, después en un español muy deficiente. También encontramos la historia de una vieja, abandonada al pórtico de su casa, que nos contaba la historia de su vida, misma que pintaba bastante triste y nostálgica, pues hacia ya muchos años que no tenía noticias de sus hijos y nietos, mismos que habían emigrado; una historia más triste aún fue la de un joven que vivía lejos de su casa desde hacía más de 6 años, al intentar comunicarse con su madre, ella no toma la llamada.
En un momento determinado, el actor rompe su acción escénica, saliendo de la ficción y comenzando a dialogar con el espectador, haciéndonos participar de una reflexión colectiva sobre aquellos elementos, sucesos, acontecimientos que más nos rememoran lo que conocemos como “hogar”, desde una sutil taza de café, hasta la apasionada vocación por el equipo de futbol local. El espectáculo, fue una lección de integración de los elementos ajenos a la ficción, a través de la sagacidad y audacia del actor: desde los mosquitos del ambiente, ruidos ajenos al lugar, las participaciones individuales de los espectadores, etc., un verdadero agrado el participar de este espectáculo.
Igualmente, otra de las cosas que resultaron agradables y enriquecedoras, fueron todas las expresiones teatrales de Bolivia, mismas que provenían de Cochabamba, Sucre y el propio Villa Tunari. Diversas y opuestas en algunos casos, pero con una constante: un entusiasmo marcado por recolectar todos los elementos que pudieran aportar crecimiento y madurez a su propuesta. Una auténtica humildad permeaba en todas las propuestas escénicas, lo cual se agradeció, ya que permitió, durante los “conversatorios” ubicar en tiempo, lugar y contexto cada propuesta, sustraer los elementos atinados y hablar abiertamente de aquellos que requerían trabajo.
Pero sin duda, las palmas de oro del Encuentro se las llevó la delegación chilena. Un grupo de jóvenes teatristas que integraban “Teatro Virgen”, una compañía originaria de Valparaíso. Este grupo presentó la puesta en escena “Pato Yañes o el gesto del miedo” que pertenece a la trilogía “Chile o el gesto del miedo”; misma que consistió en un unipersonal de un actor. La obra es un especie de híbrido entre la narraturgía como elemento de dramatización, el stand up comedy (Comedia de pie) y el monologo.
La historia gira en torno a un personaje que narra un suceso de negro de la historia del futbol chileno: Estadio Maracana, 1989, eliminatorias para el mundial Italia´90, Chile contra Brasil, cae un petardo en la portería de Chile, el guardameta pierde el equilibrio y cae al suelo, súbitamente el partido pierde el control; Pato Yañes, delantero y figura estrella de la selección chilena, arremete contra la porra del Brasil, haciendo una seña “de huevos” que se convertiría en expresión emblemática de enojo, arrebato y displicencia, en la jerga urbana cultural de los chilenos. Finalmente los equipos empatan y Chile pierde su pase al mundial.
El personaje que vemos en escena, se encuentra solo en un estadio de futbol, sentado en las gradas (cabe aclarar que la escena es prácticamente vacía, solamente hay algunos papeles sobre el piso y una sencilla banca de madera) parece ser la rutina de su vida; va ahí, como ir al templo a meditar; va ahí, como ir al consultorio del terapeuta a sanar mente y corazón; va ahí, como ir confesionario a vaciar el espíritu; va ahí, como esconderse en el baño a llorar en soledad lo irremediable; la escenificación es una retrato furíco, hiriente, amargo, estridente de la profunda depresión e ira que poseen los chilenos ante 20 años de transición a la democracia después de 40 años de vivir una de las dictaduras más sanguinarias de América Latina.
Lo interesante aquí es la historia viva, el retrato hablado de una juventud que ha heredado emblemas, íconos, signos, cultura, lenguaje marcado por la profunda decepción, desesperanza y el desencanto. Finalmente nuestro personaje le hace “un Pato Yañes” a su propia vida, marcada por un padre alcohólico, una madre deprimida crónica y una vida sin sentido.
La actuación, aunque no tan brillante en el trabajo corporal y gestual, si destacada por una fuerza escénica incomparable, por un construcción de atmósferas precisa y agradecido rigor crítico-mental, que le daba a todo el espectáculo la vives de cualquier manifiesto público político, pero con la delicadeza y trascendencia de la obra de arte legítima. En resumen, la puesta presentada por los chilenos es una de esas experiencias escénicas que marcan la diferencia. Una verdadera lección de dignidad, revolución y teatro. En hora buena por estos jóvenes compañeros, egresados de la Universidad de Playa Ancha en Valparaíso, Chile.
Otro trabajo destacado, aunque con un estilo completamente opuesto, fue el espectáculo “Abanico para una solterona”, del grupo de teatro argentino, Taeteatro, el cual consistía en un collage de teatro y poesía de Federico García Lorca; la puesta fue un viaje onírico al universo lorqueano, que nos permitió a todos recordar lo potente, maravilloso, vigente y seductor que fue/es el poeta, dramaturgo y escritor granadino; todo ello en labios, corazón y cuerpo de Andrea Juliá, actriz argentina, con destacado trabajo interpretativo.
La participación de México, también, corrió a cargo del grupo de teatro capitalino “Teatro de los Sótanos” con la obra Lejos, Volar; la obra relata la historia de dos niñas, -Ruth y Susy-, que muy pequeñas pierden a su hermano menor, Horacio, en un accidente, a partir de ese suceso y sumando las constantes diferencias entre los padres, la familia sufre una desintegración, que tiene como resultado la separación de las dos hermanas, que eran entrañables, ya que cada una hubo de ir a vivir con sus diferentes abuelos.
Una puesta en escena cargada de recursos escénicos metafóricos, donde un mismo elemento (un paño color beige enorme) que hacían las veces de mar, carretera, alfombra, cama, casa, otros personajes, teléfono; apoyados de una especie de teatro guiñol, donde se dibujaba la historia de estás dos hermanas, yendo del pasado al presente. Jugando con el tiempo, los espacios y la circunstancia.
Una representación nacional cabalmente cumplida, a decir de los compañeros del Encuentro; la obra fue recibida con agrado y satisfacción; sin embargo, a título personal, le vería cierto rebuscamiento en el uso de los elementos escénicos, así como una historia incompleta, que no me hacia concluir en mucho, lejos de la marcada melancolía que produce la crisis familiar y, finalmente, un descuido actoral importante, pues las actrices caían en más de una ocasión en el “aniñamiento” negativo de sus personajes infantiles, haciendo que se perdiera la veracidad de los suceso en la historia.
En cuanto a nuestra experiencia particular, como representantes de México, La Nave tuvo una agradable y abierta recepción por parte de los compañeros, todos los comentarios fueron positivos. Los aplausos fueron notoriamente efusivos. Sin embargo, la crítica que marcó la diferencia en esta ocasión, fue la emitida por el compañero brasileño, que después de relatarnos su experiencia, todo en portugués, por supuesto, remató diciendo: “¡Muito brigado!”, esbozando una grácil risa, como de cualquier niño que lo pasa bien.
Esas palabras resonaron en mi cabeza, ajenas y propias al mismo tiempo, cuando por fin entendí que era un “muchas gracias” en portugués, caí en cuenta en lo lejos que estábamos de casa y en lo cerca que estábamos del teatro.
La Nave sigue viajando y encontrando ha Latinoamérica…
Hasta ahorita la jornada teatral ha sido satisfactoria. Cierto es que en muchos Encuentros, Festivales, Muestras de teatro comunitario y popular, encontramos proyectos de gran ahínco social, político, con un espíritu integrador y humanista conmovedor, pero es la mayoría de los casos, la creatividad y la escena es lo más débil y frágil. Caso contrario es el EINTI 2010, ya que, las propuestas artísticas sean ha presentado en multiformes técnicas, propuestas y temáticas, siendo cada una de ellas un acceso a la visión cultural, estética y artística de cada región del continente.
Lo que también es cierto, es que el hecho de contar con el espacio de “conversatorios” (espacio de dialogo y crítica constructivo entre todos los participantes, para todas las presentaciones) por cada jornada teatral, ha fungido como un recurso de re-aprensión de lo espectado, permitiendo que la experiencia teatral sea más profunda y enriquecedora. Este Encuentro ha sido un acierto en la selección y programación de obras. De las cosas más interesantes que hemos podido ver a lo largo de la Gira por Sudamérica, ha sido justamente en este lugar.
Quisiera apuntar de manera particular algunos hallazgos escénicos que de los que hemos sido participes. Uno de ellos, definitivamente es la sólida y contradictoria presencia del hermano país de Argentina; sólida, porque es de los países extranjeros que mas participación tiene, contradictoria porque los diferentes grupos han presentados estilos y temáticas radicalmente diferenciadas (Comedia de en enredos, teatro-danza, teatro de vanguardia), demostrando que Argentina es uno de los países latinoamericano que más actividad teatral presume y en donde podemos denostar que no existe una identidad argentina teatral, existe una abundante argentina teatral, donde por supuesto lo más no siempre es lo mejor.
Otro importante hallazgo fue la participación del grupo del Brasil, originario de la ciudad de Sao Paulo: “Teatro Laberinto”; un grupo heterogéneo, dado que su Directora escénica es oriunda de Costa Rica, otros miembro más español pero todos radicados en el Brasil desde hace cinco años; este grupo presentó la obra “Strageno” que es una palabra derivada del portugués que significa “Extranjero”. El espectáculo consistía en un unipersonal de un actor.
Una puesta en escena revitalizante, original, plural (el espectáculo incluía la participación activa de los espectadores), propositiva, cargada de una fuerte energía crítica, con un trabajo actoral destacadísimo por parte de un actor brasileño; el espectáculo estuvo presentado en portugués, lo cual, dicho sea de paso, no presentó ningún problema de comunicación, ya que la expresión escénica, intenciones, interpretación y claridad de las acciones permitían que se entendiera todo lo que acontecía en la escena.
La obra relata una serie de historias sobre lo que implica “ser extranjero”, así, encontramos la historia de un joven que arriba a un aeropuerto y al momento de pasar por la estación de inspección migratoria, le encuentran un arma en el equipaje causando una conmoción en el aeropuerto; este mismo cuadro lo presente reiteradamente, haciendo las veces de un personaje que hablaba en alguna lengua árabe, después en un español muy deficiente. También encontramos la historia de una vieja, abandonada al pórtico de su casa, que nos contaba la historia de su vida, misma que pintaba bastante triste y nostálgica, pues hacia ya muchos años que no tenía noticias de sus hijos y nietos, mismos que habían emigrado; una historia más triste aún fue la de un joven que vivía lejos de su casa desde hacía más de 6 años, al intentar comunicarse con su madre, ella no toma la llamada.
En un momento determinado, el actor rompe su acción escénica, saliendo de la ficción y comenzando a dialogar con el espectador, haciéndonos participar de una reflexión colectiva sobre aquellos elementos, sucesos, acontecimientos que más nos rememoran lo que conocemos como “hogar”, desde una sutil taza de café, hasta la apasionada vocación por el equipo de futbol local. El espectáculo, fue una lección de integración de los elementos ajenos a la ficción, a través de la sagacidad y audacia del actor: desde los mosquitos del ambiente, ruidos ajenos al lugar, las participaciones individuales de los espectadores, etc., un verdadero agrado el participar de este espectáculo.
Igualmente, otra de las cosas que resultaron agradables y enriquecedoras, fueron todas las expresiones teatrales de Bolivia, mismas que provenían de Cochabamba, Sucre y el propio Villa Tunari. Diversas y opuestas en algunos casos, pero con una constante: un entusiasmo marcado por recolectar todos los elementos que pudieran aportar crecimiento y madurez a su propuesta. Una auténtica humildad permeaba en todas las propuestas escénicas, lo cual se agradeció, ya que permitió, durante los “conversatorios” ubicar en tiempo, lugar y contexto cada propuesta, sustraer los elementos atinados y hablar abiertamente de aquellos que requerían trabajo.
Pero sin duda, las palmas de oro del Encuentro se las llevó la delegación chilena. Un grupo de jóvenes teatristas que integraban “Teatro Virgen”, una compañía originaria de Valparaíso. Este grupo presentó la puesta en escena “Pato Yañes o el gesto del miedo” que pertenece a la trilogía “Chile o el gesto del miedo”; misma que consistió en un unipersonal de un actor. La obra es un especie de híbrido entre la narraturgía como elemento de dramatización, el stand up comedy (Comedia de pie) y el monologo.
La historia gira en torno a un personaje que narra un suceso de negro de la historia del futbol chileno: Estadio Maracana, 1989, eliminatorias para el mundial Italia´90, Chile contra Brasil, cae un petardo en la portería de Chile, el guardameta pierde el equilibrio y cae al suelo, súbitamente el partido pierde el control; Pato Yañes, delantero y figura estrella de la selección chilena, arremete contra la porra del Brasil, haciendo una seña “de huevos” que se convertiría en expresión emblemática de enojo, arrebato y displicencia, en la jerga urbana cultural de los chilenos. Finalmente los equipos empatan y Chile pierde su pase al mundial.
El personaje que vemos en escena, se encuentra solo en un estadio de futbol, sentado en las gradas (cabe aclarar que la escena es prácticamente vacía, solamente hay algunos papeles sobre el piso y una sencilla banca de madera) parece ser la rutina de su vida; va ahí, como ir al templo a meditar; va ahí, como ir al consultorio del terapeuta a sanar mente y corazón; va ahí, como ir confesionario a vaciar el espíritu; va ahí, como esconderse en el baño a llorar en soledad lo irremediable; la escenificación es una retrato furíco, hiriente, amargo, estridente de la profunda depresión e ira que poseen los chilenos ante 20 años de transición a la democracia después de 40 años de vivir una de las dictaduras más sanguinarias de América Latina.
Lo interesante aquí es la historia viva, el retrato hablado de una juventud que ha heredado emblemas, íconos, signos, cultura, lenguaje marcado por la profunda decepción, desesperanza y el desencanto. Finalmente nuestro personaje le hace “un Pato Yañes” a su propia vida, marcada por un padre alcohólico, una madre deprimida crónica y una vida sin sentido.
La actuación, aunque no tan brillante en el trabajo corporal y gestual, si destacada por una fuerza escénica incomparable, por un construcción de atmósferas precisa y agradecido rigor crítico-mental, que le daba a todo el espectáculo la vives de cualquier manifiesto público político, pero con la delicadeza y trascendencia de la obra de arte legítima. En resumen, la puesta presentada por los chilenos es una de esas experiencias escénicas que marcan la diferencia. Una verdadera lección de dignidad, revolución y teatro. En hora buena por estos jóvenes compañeros, egresados de la Universidad de Playa Ancha en Valparaíso, Chile.
Otro trabajo destacado, aunque con un estilo completamente opuesto, fue el espectáculo “Abanico para una solterona”, del grupo de teatro argentino, Taeteatro, el cual consistía en un collage de teatro y poesía de Federico García Lorca; la puesta fue un viaje onírico al universo lorqueano, que nos permitió a todos recordar lo potente, maravilloso, vigente y seductor que fue/es el poeta, dramaturgo y escritor granadino; todo ello en labios, corazón y cuerpo de Andrea Juliá, actriz argentina, con destacado trabajo interpretativo.
La participación de México, también, corrió a cargo del grupo de teatro capitalino “Teatro de los Sótanos” con la obra Lejos, Volar; la obra relata la historia de dos niñas, -Ruth y Susy-, que muy pequeñas pierden a su hermano menor, Horacio, en un accidente, a partir de ese suceso y sumando las constantes diferencias entre los padres, la familia sufre una desintegración, que tiene como resultado la separación de las dos hermanas, que eran entrañables, ya que cada una hubo de ir a vivir con sus diferentes abuelos.
Una puesta en escena cargada de recursos escénicos metafóricos, donde un mismo elemento (un paño color beige enorme) que hacían las veces de mar, carretera, alfombra, cama, casa, otros personajes, teléfono; apoyados de una especie de teatro guiñol, donde se dibujaba la historia de estás dos hermanas, yendo del pasado al presente. Jugando con el tiempo, los espacios y la circunstancia.
Una representación nacional cabalmente cumplida, a decir de los compañeros del Encuentro; la obra fue recibida con agrado y satisfacción; sin embargo, a título personal, le vería cierto rebuscamiento en el uso de los elementos escénicos, así como una historia incompleta, que no me hacia concluir en mucho, lejos de la marcada melancolía que produce la crisis familiar y, finalmente, un descuido actoral importante, pues las actrices caían en más de una ocasión en el “aniñamiento” negativo de sus personajes infantiles, haciendo que se perdiera la veracidad de los suceso en la historia.
En cuanto a nuestra experiencia particular, como representantes de México, La Nave tuvo una agradable y abierta recepción por parte de los compañeros, todos los comentarios fueron positivos. Los aplausos fueron notoriamente efusivos. Sin embargo, la crítica que marcó la diferencia en esta ocasión, fue la emitida por el compañero brasileño, que después de relatarnos su experiencia, todo en portugués, por supuesto, remató diciendo: “¡Muito brigado!”, esbozando una grácil risa, como de cualquier niño que lo pasa bien.
Esas palabras resonaron en mi cabeza, ajenas y propias al mismo tiempo, cuando por fin entendí que era un “muchas gracias” en portugués, caí en cuenta en lo lejos que estábamos de casa y en lo cerca que estábamos del teatro.
La Nave sigue viajando y encontrando ha Latinoamérica…
No hay comentarios:
Publicar un comentario