lunes, 11 de octubre de 2010

Algunas confesiones (clandestinas) de los países que hemos visitado….

Venezuela




…..le he dejado mi corazón a Venezuela... algún día regresaré por él.

Una de las tantas cosas que vivimos durante nuestra estancia en Venezuela, y que fue del todo aleccionadora, fue el ver y participar de las elecciones para renovación de la Asamblea Nacional (lo que sería el equivalente al Congreso Federal) durante días previos y en la jornada electoral del 26 de septiembre.



Durante estas elecciones no sólo se peleaba la supremacía en la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, misma que le permitirá seguir adelante al mandatario Hugo Chávez con su proyecto socialista de nación; si no que también se peleaba y se pelea la supremacía ideológica de la América Latina, junto a las elecciones presidenciales en Brasil.

Al momento de que el Partido Socialista Unido de Venezuela, liderado por el también Presidente de Venezuela, gané la mayoría en la Asamblea, será signo contundente de que la balanza política se inclina hacia la izquierda/disidencia de la hegemonía, que aparece en los países como Costa Rica, Colombia, Honduras, Perú, México y Panamá. Muchos han sido los intentos de debilitar al Presidente Hugo Chávez y al pueblo venezolano en su lucha por mantener su proyecto del socialismo democrático del siglo XXI. Muchos de estos intentos, (como el de que en Venezuela mueren al día más personas que en Irak. Es irrisorio. ¿Saben dónde si ocurre eso?, en México; otro es el de que Hugo Chávez es un dictador y que en Venezuela existe una fuerte represión a los disidentes, derechistas o escuálidos, como llaman los venezolanos a la gente que vota por partidos de derecha. También es una ficción sostenida por ajenos a Venezuela, porque ni los propios escuálidos lo pueden sostener), estos rumores se han colado en las naciones de Latinoamericanas con mucho éxito, gracias a la participación de los medios de comunicación al servicio de los intereses de Estados Unidos.


Existe un sinfín de partidos y organizaciones políticas en Venezuela, desde ahí ya es muy complicado hablar de represión o falta de libertad de expresión. Muchos de estos partidos políticos se han aglutinados bajo el nombre de Mesa de la Unidad Democrática y parecen tener como único propósito “odiar a Chávez”, desacreditarlo, boicotearlo, negarlo y entorpecer cualquier iniciativa de ley, no sostienen ninguna propuesta, ningún proyecto político. Durante la campaña, los candidatos por los diferentes circuitos (lo que serían distritos para la distribución geopolítica en México) hablaban una y otra vez de los errores de Chávez, pero nunca establecían una postura crítica sobre ello.


De acuerdo a un balance electoral, se sabía desde antes de las elecciones, que inevitablemente el PSUV tendría proporcionalmente menos diputados en la Asamblea que la actual legislatura, ya que los asientos se reparten en un 60% de manera nominal; y el 40% restante es de modo proporcional. El reto estaba en saber en qué proporción será mayor o menor la presencia de las fuerzas políticas en la Asamblea Nacional. Lo que estaba en juego eran 165 diputaciones, de las cuales el PSUV obtuvo 98, la MUD y otros partidos obtuvieron 67 lugares. Este no es precisamente un panorama cómodo para Chávez, porque según la legislación las leyes deben ser votadas por dos terceras partes de la Asamblea, y en las leyes que habilitan al Presidente a legislar por decreto, tienen que ser votadas por las tres quintas partes, es decir, por el número de lugares obtenidos por la oposición, le es muy fácil imposibilitar la aprobación de cualquier ley, proyecto o apoyo al socialismo de Chávez.

¿Es este un escenario en el que se reprime a la oposición o se suspenden las garantías de libertad de expresión? No, definitivamente, no. De lo contrario, ¿porqué al Presidente Chávez le gusta ponérsela tan difícil? En las últimas semanas previas a las elecciones la embestida para desacreditar la Presidencia actual se dejo ir/ver con todo. Ejemplo de ello fue los constantes apagones que sufrimos durante el Encuentro de Teatro Popular Latinoamericano, achacando de esta manera a la administración de Chávez, asegurando que ésta no ha podido resolver el problema de abastecimiento de energía eléctrica, sin mencionar, por supuesto, que la falta de energía eléctrica en Venezuela se debe principalmente a una falta crítica de agua por deterioro del medio ambiente y el cambio climático (el cual, por cierto, es responsable en su mayoría, Estados Unidos y demás países enriquecidos).

Por supuesto, no podían faltar las declaraciones de que “Venezuela es refugio de terroristas”, a pesar de que el pasado 10 de agosto, el Presidente Hugo Chávez, declaró en Santa Marta a la par del recién estrenado Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos en el marco de la re-constitución de las relaciones Colombia-Venezuela; él reiteraba que la guerrilla debía abandonar la lucha armada: “El mundo de hoy no es de los años 60. No hay condiciones en Colombia para que puedan tomar el poder. En cambio, se ha convertido en la principal excusa para el imperio: penetrar en Colombia a fondo y desde agredir a Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Cuba”.

También tuvimos la oportunidad de verificar que los medios de comunicación en su mayoría pertenecer al sector privado y que es una ínfima parte la que es manejada por el Gobierno. Existen, por supuesto, proyectos de comunicación alternativa confeccionados, liderados y administrados por la sociedad civil, que en acuerdo con la formación bolivariana, promueven la construcción de una nación socialista, pero es claro que ahí no hay mano oficial, lo que hay, en todo caso es, partidarios del proyecto de Chávez (véase: CATIA TV Televisión Comunitaria). Sumando a todo lo anterior, hay que mencionar que en Venezuela para cualquier acuerdo, ley, suspensión, acreditación, decisión presidencial, política o social hay que hacer un plebiscito; desde hace más de una década, Venezuela ha hecho más de 15 elecciones democráticas sin que haya una latente inconformidad por los resultados o alguna observación por parte de los observadores internacionales. (¿Dónde sí ha habido desconfianza absoluta por los últimos comicios presidenciales? ¿Dónde es imposible llevar a cabo elecciones, campañas, congresos, plebiscitos o cualquier actividad colectiva organizada en un marco de confianza, tranquilidad, paz y concordia?, en México. Hasta el festejo de la fiesta patria es imposible hacerlo sin tener un sentimiento de zozobra. Pero esto no sale comentado en CNN, claro está.)

Lo anterior solamente refiere a datos duros, susceptibles de ser comprobados, pero en lo referente al ánimo y la actitud de los venezolanos, chavistas y/o escuálidos, hay un evidente respeto, por supuesto a la manera venezolana (radical y ruda) pero nadie salió a matar a nadie, a insultar o impedir que la gente se manifieste o vote como mejor le plazca. La pregunta obligada, durante esos días previos a la elección, era ¿y qué pasa si gana la mayoría los escuálidos? Todos los chavistas contestaron lo mismo: ¡Nada, seguiremos adelante con la Revolución Socialista, ni un paso atrás, ni siquiera para tomar vuelo! Y así sucedió, la MUD, obtuvo muchos más votos de los que se esperaban y nadie hizo nada que desestabilizara los resultados de la jornada.

Existía los encolerizados porque el pueblo, es decir los que se dicen simpatizantes de Chávez y la Revolución faltaron a su disciplina ciudadana y no fueron a votar. Hubo en muchos sectores con una evidente apatía electoral. Al parecer este síndrome se repite a todo lo largo de Latinoamérica: la falta de afecto hacia nuestras obligaciones inmateriales como seres sociales. Algunos de nosotros, mexicanos despistados y anonadados por la algarabía con la que viven los venezolanos sus comicios, cuestionamos la participación tan evidente del Presidente en la campaña electoral. Dado que, Hugo Chávez, siendo Presidente de la República, hizo en más de una vez declaraciones en contra de los “escuálidos”, a favor de los candidatos del PSUV, participó activamente del cierre de campaña en Maracaibo, Estado de Carabobo, Caracas y otras ciudades importantes de Venezuela.

Evidentemente podrán imaginar la cara de sorpresa de este grupo de mexicanos al ver con qué apertura y desenfado el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela participa de las elecciones. En México, algún funcionario menor (de la izquierda o de la oposición, por supuesto) hace cualquier comentario que se interprete como a favor o en contra de una corriente política y es absolutamente vetado, ni que decir, cuando figuras protagónicas como el Presidente de la República, Secretarios de Estado, Senadores, etc. incurren en emitir una opinión, comentario, acción a favor o en contra de un partido político son completamente criticados y sancionados, tanto por la izquierda como por los sectores neutrales, tenemos hasta organismos gubernamentales que se dedican exclusivamente a monitorear y supervisar este tipo de conductas de los funcionarios y políticos (Instituto Federal Electoral, el Tribunal para delitos electorales, Instituto Nacional para la Transparencia y Acceso a la Información, Suprema Corte de Justicia).

Nuestro cuestionamiento, siempre iba en el sentido de que Chávez es Presidente de chavistas y escuálidos por igual, puesto que todos son ciudadanos venezolanos, y que su principal responsabilidad era velar por el orden, el respeto a la Constitución y la generación de condiciones democráticas para el mejor ejercicio de las garantías sociales del pueblo venezolano, y el participar claramente a favor de un partido era poner en crisis esa imparcialidad. La respuesta no pudo ser más contundente: “Los propios escuálidos son los primeros en negar a Chávez como presidente, además ustedes (mexicanos escuálidos, en tanto que nuestro gobierno oficial es de derecha, independiente al hecho de que hayamos o no votado por Felipe Calderón) les han enseñado un versión de la política y la vida social, Estados Unidos principalmente, pero quién les dijo que la manera como ustedes llevan a cabo su vida política es la mejor y la única. Además, Chávez no está con un partido político, está con el pueblo venezolano, porque los que lo tenemos ahí somos nosotros; en el momento en qué empiece a equivocarse lo quitamos”.

Así aprendimos que el hecho de que en México nadie, ni políticos, ni ciudadanos puedan manifestarse abiertamente sobre sus preferencias políticas sin ofender a nadie no es signo de respeto, es signo de intolerancia producto de una falsa democracia.

Durante toda la noche del día previo y la madrugada del día de las elecciones, en toda Caracas hubo fuegos artificiales, fanfarrias, música y dianas que convocaban al pueblo venezolano a salir a votar…. Venezuela hace burda (entiéndase como harto) de rumba para todo, inclusive para renovar la Asamblea Nacional.

Avenida Simòn Bolivar en Caracas, Venezuela.


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